(Reseña de la editorial http://www.claraboyaediciones....)
¿Es posible hacer un libro sobre lo
efímero que perdura? Ese parece ser uno de los retos de Después del
final, un libro atípico que nos sorprende por la emoción que despierta
su lenguaje poético y familiar. Laura Junowicz logra, a través de
palabras escogidas con la precisión de un equilibrista, atrapar aquellas
huellas y momentos que escapan a nuestra mirada, experiencias que
tienen su propio tiempo dentro de nuestra historia.
La autora nos conduce por el territorio
de los recuerdos, logrando que nos preguntemos qué sucede con las
pequeñas cosas, casi imperceptibles, que quedan cuando algo o alguien ha
pasado por nuestra vida. En la profundidad que esconden los espejos
cuando nadie está reflejado en ellos, en la felicidad de un aroma
familiar lejano, en el dejo que vuelve con un sabor conocido, en la
sensación que transmite una caricia que pasó por nuestro cuerpo, en un
sonido cuyo eco perdura en el silencio, es donde la autora nos invita a
contemplar la vida cotidiana para que la presencia de lo ausente nos
atraviese.
Las ilustraciones nos cuentan a su vez
otra historia, que transcurre en el tiempo del encuentro casual de dos
seres. Con una paleta cuidada con maestría, María José Arce conduce al
lector, infantil o adulto, a un universo cotidiano y onírico. La leve
presencia de un pájaro no puede ser casual: pocas cosas se parecen tanto
como un pájaro y un libro. Después del final también es un juego, es
una invitación a reflexionar qué pasa cuando llega el final de un libro.
En definitiva, es una excusa para pensar las formas de estar, de no
estar y de volar.