Ventana al Sur se abre ahora a la tierra misma donde nació.
Este es su paisaje: sus árboles, sus pájaros, sus casas de canoa o tejuelas. Y su gente. Aquí viven aún, en la memoria y en la esquiva realidad, muchos de mis personajes. Moroco Vidal, Margarita Avilés, los hermanos Oyarzo, Romualdo Solís, los Loncochino, Tito Figueroa. Y mis padres y hermanos. A algunos se los tragó la tierra. Pero aquí sobreviven, en la magia de la lectura y de la fantasía literaria. Son los mismos seres humanos con los que compartimos, ustedes y yo, los años de la infancia en Lago Verde. Y cuyos apellidos aún pueblan los desolados campos de Lago Verde y Aisén. (Enrique Valdés Gajardo)